Dentro del variado grupo de los productos lácteos, el queso es el favorito en el mundo entero, ya que hay muchos tipos de queso y se puede comer prácticamente de cualquier manera y acompañado de casi cualquier otro producto. ¿Sabías que se cuenta que el primer queso de la historia surgió por accidente? Por lo visto, un mercader árabe estaba transportando leche en el interior de un estómago de cordero a través del desierto. Entre las altas temperaturas y las bacterias presentes en el estómago, la leche fermentó y así surgió el primer queso de la historia. Pero, por mucho que nos guste esta historia, parece ser falsa.
Según investigadores de la Universidad de Vermont, hace unos 8.500 años, los pastores comenzaron a almacenar la leche en recipientes de cerámica tras pasar un periodo de hambruna y descubrieron que, tras unas horas, la leche se convertía en un sólido mucho más digerible para ellos que la leche fresca. Esto se debe a que, durante este proceso, desaparece hasta el 80% de la lactosa que tantos problemas da a muchas personas. Gracias a este descubrimiento, los adultos comenzaron a consumir lácteos, lo que dio lugar a una progresiva tolerancia de la lactosa.
Por lo tanto, en su momento, el queso surgió para aprovechar los excedentes de leche, y, actualmente, los españoles consumimos una media de 8 kilos de queso cada uno al año. Sin duda, seas un auténtico cheeselover o no, el queso es una parte muy importante de nuestra gastronomía y de nuestra dieta, independientemente de nuestra edad. Como es un alimento que consumimos prácticamente a diario y en mayor o menor medida, conviene conocer cuáles son las propiedades y los beneficios que nos aporta el queso y, también, cuáles son algunos de los mitos más extendidos acerca de este magnífico y delicioso producto.
Propiedades y beneficios del queso
En función del tiempo de maduración que tenga el queso, conservará más o menos nutrientes de la leche, pero, sea como sea, el queso contiene proteína, grasa, minerales y otras sustancias liposolubles. Además, aporta una buena cantidad de vitamina B12, esencial para el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso central y para la formación de glóbulos rojos. También cabe destacar que su proteína es fácil de digerir, pues apenas contiene lactosa, un azúcar que da problemas a muchas personas y causa la tercera alergia más frecuente en población infantil. Por supuesto, no nos podemos olvidar del calcio y la vitamina D, esenciales para prevenir y tratar la osteoporosis, es decir, la pérdida de densidad ósea. En general, el queso ha demostrado ser ampliamente beneficioso para nuestra salud.
El queso también tiene un importante contenido de sodio, elemento que facilita que los músculos respondan adecuadamente a los impulsos nerviosos y también ayuda a evitar que el cuerpo retenga agua. Esta última propiedad del queso hace que las personas con enfermedades cardiovasculares o insuficiencia renal deban tener cuidado a la hora de comer queso, decantándose mejor por quesos frescos sin sal y moderando su consumo, pues un aumento brusco de los niveles de sodio provocará la retención de líquidos. Otro mineral esencial para nuestro desarrollo y nuestro cerebro es el zinc, que además favorece la cicatrización y aumenta nuestras defensas. También influye en el buen funcionamiento de los sentidos del gusto y del olfato, importantísimos para disfrutar de un buen queso.
Beneficios del queso de oveja
El queso de oveja es muy nutritivo y nos aporta más proteínas que los quesos elaborados con leche de cabra o de vaca, manteniendo nuestros músculos fuertes. Sin embargo, es el queso más graso de todos, pero no por ello es más difícil de digerir, ya que sus moléculas de grasa son de pequeño tamaño. Su contenido en lactosa es menor que en el caso de la leche de vaca, por lo que se digiere con mayor facilidad y podrían disfrutar de él las personas con intolerancia a la lactosa. En nuestra web encontrarás todo tipo de quesos de oveja, incluso una versión sin lactosa para que nadie se quede sin probarlo. Además, nos ayuda a prevenir la anemia, la osteoporosis y la descalcificación gracias a los minerales que contiene.
Beneficios del queso de cabra
El queso de cabra se caracteriza por ser de textura suave y sabor y olor intensos, así que suele ser el queso preferido por los más cheeselovers. Es rico en vitaminas A, del grupo B, D y K y también contiene minerales como calcio, hierro, fósforo, magnesio y zinc, y todos estos elementos fortalecen nuestro sistema inmunitario. Su contenido en grasa es bajo, por lo que consumir queso de cabra no aumentará el colesterol y, además, es el queso más sencillo de digerir porque la estructura de la leche de cabra es la más cercana a la leche humana. También contiene probióticos, lo que regula la flora intestinal y ayuda con la digestión.
Beneficios del queso de vaca
Uno de los puntos fuertes del queso de vaca es que no tiene un sabor característico ni intenso, sino que es muy versátil y puede adquirir cualquier sabor. Por otro lado, sus moléculas de grasa son más grandes que en el caso de los quesos de cabra o de oveja, por lo que es mejor evitar el queso de vaca si se sufre intolerancia a la lactosa. Otro punto a su favor es que tiene niveles más altos de vitamina B12 y otras vitaminas del grupo B que la leche de cabra.
¿Por qué es importante el queso en nuestra dieta?
En el caso de aquellas personas que carezcan o tengan menos cantidad de enzima lactasa, la encargada de procesar los lácteos y dividir la lactosa en sus componentes glucosa y galactosa, será mejor evitar, o al menos limitar, el consumo de queso. Pero para el resto de la población, el queso constituye un alimento nutricionalmente muy interesante que nos proporciona elementos imprescindibles para mantener nuestra densidad y fuerza ósea, como el calcio y el fósforo. Además, se cree que estos dos nutrientes también son buenos aliados contra las caries, ya que fortalecen y remineralizan el esmalte dental.
Otros minerales muy importantes para el correcto funcionamiento de nuestro organismo son el potasio y el magnesio, pues se encargan de regular la presión arterial al mismo tiempo que combaten el cansancio y la fatiga. El queso también es una importante fuente de proteínas, el pilar fundamental de la vida, ya que son las responsables de reparar las células y producir otras nuevas, es decir, las proteínas forman nuestros tejidos musculares, los tendones y los órganos, por lo que es esencial consumir una cantidad apropiada de proteína.
El queso no debería evitarse durante el embarazo, ya que contiene una importante cantidad de ácido fólico o vitamina B9, esencial para el correcto desarrollo del feto, previniendo defectos neuronales en el cerebro o la médula espinal. También aporta ácidos grasos omega 3 y omega 6 para el desarrollo y el crecimiento de los niños en la infancia.
Mitos falsos sobre el queso
El queso es un alimento rodeado de muchos mitos, así que desde CabeSota vamos a tratar de arrojar algo de luz sobre algunos de los mitos más extendidos acerca del queso:
El queso engorda
Probablemente este mito surja de la asociación del queso con las dietas ricas en carnes rojas y procesadas que sí están directamente relacionadas con el aumento del peso. Sin embargo, un consumo moderado de queso, ya esté elaborado con leche entera o baja en grasas, no parece tener un efecto significativo en la báscula. De hecho, según diversos estudios, el queso, especialmente el de cabra, parece ayudar a controlar el peso, ya que la grasa láctea es saciante y regula el metabolismo de la glucosa.
El queso aumenta el colesterol y el riesgo de sufrir problemas de corazón
Dependiendo del tipo de leche y el tiempo de maduración, los quesos tendrán mayores o menores niveles de colesterol, siendo los quesos de leche de oveja y de cabra los que menos colesterol contienen. En general, una ingesta moderada de queso no resulta en un aumento del colesterol ni del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Las personas con intolerancia a la lactosa deben eliminar el queso de su dieta
Por suerte, a día de hoy contamos con muchos quesos sin lactosa perfectamente aptos para personas con intolerancia. Sin embargo, algunas personas podrán consumir cantidades moderadas de quesos maduros de leche de cabra, pues apenas contienen lactosa y son fácilmente digeribles. La cantidad de queso segura para las personas con intolerancia a la lactosa variará en cada caso, por lo que no podemos aventurarnos a recomendar una cifra concreta.
Durante el embarazo está prohibido comer queso
Esta creencia se debe a que el queso contiene listeria, una bacteria que afecta a la placenta y puede causas problemas como neumonía, meningitis, parto prematuro e incluso muerte neonatal. Para evitar la listeria, es necesario consumir quesos elaborados con leche pasteurizada y, para mayor seguridad, los quesos deberán estar muy curados y no contener humedad ni moho. Si tienes más dudas acerca de este tema, en nuestro blog encontrarás un artículo dedicado exclusivamente a esta cuestión.
En resumen, un consumo moderado de queso puede formar perfectamente parte de una dieta sana y equilibrada para cualquier persona, aunque aquellos que padezcan intolerancia a la lactosa o enfermedades cardiovasculares o renales deberán tener cuidado y limitar el consumo de queso, ya sea en cantidad o tipo. Asimismo, las embarazadas deben recordar consumir siempre quesos de leche pasteurizada.